¡Tu carrito está actualmente vacío!
Cómo nace Sanayama


Inmersa en mi propia autosanación toqué fondo varias veces, transité varias crisis, muchas dudas y preguntas con respuestas que no lograba entender, renegaba de algunas ideas hasta que poco a poco comencé a ver la luz, a reconocer mis propias sombras, a comprender que todo tiene una razón de ser y sobre todo a sentir paz en mi corazón, algo que era completamente nuevo para mi.
Durante ese transito descubrí una nueva vocación, dedicarme a ayudar a los demás y no pretender salvar a nadie, sino a acompañar… a guiar a cada persona respetando siempre su proceso. Comencé con reiki, más tarde con reflexología podal y flores de Bach, con el tiempo continué mis formaciones porque una vez que descubres tu propósito, sientes con el alma cuándo es momento de dar el siguiente paso… veía que realmente esto se me daba bien, y es que en realidad, no estaba más que recordando algo que mi alma ya sabía hacer…
Sin saberlo, desde pequeña, ya ayudaba a otros a sentirse mejor, ya fuera con una palabra de aliento, con la escucha pasiva y paciente o con un cálido y reconfortante abrazo. Ahora lo hago desde la experiencia de mi propia sanación, desde el amor y la paz que conseguí en mi corazón; y desde ese lugar nace Sanayama.
Sanayama es un lugar nacido desde el rincón más profundo de mi alma, aún no me explico cómo logré esa conexión cuando todavía tenía tantas heridas por sanar. Sin embargo, cuando algo está en tu camino las oportunidades aparecen por sí solas. Comencé a trabajar en una herboristería donde estuve 5 años antes de abrir mi propio centro.
El nombre de Sanayama es totalmente canalizado, en una de mis conexiones con mi sabiduría interna, mi yo superior. Y me pareció sencillamente maravilloso y perfecto, me ericé por completo porque precisamente transmitían aquello que había aprendido en mi propio proceso de sanación. La palabra Sanayama está compuesta por 2 palabras poderosas: sana y ama. Aunque sencillo, para mi tienen un significado muy profundo, pues realmente conocí el amor hacia mí misma y hacia los demás, cuando sané de verdad.
Todos traemos multitud de heridas que nos alejan del amor real, ese amor sin condiciones ni juicios, solo amar por el simple hecho de ser.
Cuando comencé mis primeras terapias hace 6 años en la herboristería de mi queridísima Manoli (La Despensa Ecológica, de Andújar), el nombre de Sanayama ya estaba en mi corazón y así lo quise reflejar también en mi nuevo espacio, con un gran logo pintado en la pared, hecho por mi prima Paula.
Lo que no me pude imaginar en ese momento es que algún día sería un Centro de Bienestar Integral en toda regla, ahora dispongo de un espacio precioso a pie de calle. Tengo que decir que este centro es la manifestación de un deseo que visualicé mil veces, y es que se dio todo con una facilidad increíble, el local apareció como por arte de magia justo en la fecha en que lo había decretado, y desde ahí todo fue rodado.
Con la ayuda de Manuel, amigo, profesional y compañero del centro, fuimos preparando todo con mucho mimo, hasta conseguir este espacio de paz y armonía porque cada elemento decorativo e incluso la música elegida fue pura inspiración divina. En este lugar está nuestra energía, nuestra ilusión y sobre todo nuestras ganas de ayudar y aportar nuestro granito de paz.
Sanayama no es solo un Centro de Bienestar Integral, es una parte de mi, un recordatorio de todo lo que un día fui, de todo el camino recorrido, mis logros, mi transformación, de quien soy ahora y de lo que puedo llegar a ser…
Sanayama es un refugio para todos los que necesitan una mano amiga que les acompañe en su propio proceso, sin juicio y sin prisa, solo con amor y con confianza hacia el siguiente paso…
Deja una respuesta